La Oveja que se apartó de las 99

Por Adán Moo

Al iniciar este relato, de nuevo doy gracias al amor, misericordia, paciencia de mi único y sabio Buen Pastor

Antes de gozar nuevamente del amor del Buen Pastor, con vergüenza lo declaro; me rebelé, dejé de buscar la relación diaria con él, todo lo aprendido en su redil pasó a otros términos.

Dejé de hacer lo bueno y desde luego todo lo que hacía me era tomado por falta. Sin embargo, dentro de mi siempre hubo una pregunta “¿Qué te ha pasado?”. Yo hacía caso omiso a esta pregunta y traté de justificarme pensando, “El Trabajo”, pero en el fondo sabía que esta era una verdad solo a medias. La verdadera razón era que había descuidado la relación con mi Buen Pastor, y me había alejado.

Con el paso del tiempo, esa voz fue disminuyendo dentro de mi hasta que llegó el momento en que quedó muda. Mis acciones ya no eran las del rebaño y de las enseñanzas de mi Buen Pastor. El anhelo de mi corazón cambió, y mis deseos se volvieron inicuos, corrí presuroso hacia otros apacentaderos. Recordando que mi Pastor había dicho que el crió ovejas y las engrandeció y aún así se rebelaron contra él; ¡Yo era esa Oveja! y ¡Yo lo sabía!, había mordido la mano que me daba amor, abrigo y suplía todas mis necesidades, y él, aún sentía amor por mi.

Transcurrieron meses, y el pesar en mi corazón aumentaba hasta convertirse en un gran vacío que nada de lo que encontraba en otros apacentaderos podía llenarlo. Entonces de acercarme a los contornos de mi Buen Pastor, con mi corazón lleno de miseria y con mi pelaje sucio. Pero me sentí tan mal que enseguida me volví a alejar con tristeza y entonces un nuevo pensamiento cruzó por mi mente: En realidad era una oveja mal agradecida o tal vez un lobo con piel de oveja. Porque me daba cuenta que actuaba como tales. Muchas veces les pregunté si ellos tenían paz y seguridad en sus vidas, a lo que ellos me contestaban que sí, pero yo me daba cuenta que su paz y seguridad estaba en sus bienes materiales, sus riquezas, sus viajes y sus amigos. Pero con todo esto estaba muertos en vida.

Nada se parecía a la paz que mi Pastor me daba, la cual desprecié. Cansado de esta porquería, bramé para que mi Buen Pastor me escuchara. Y él me escuchó, y salió por mi. Nuevamente me llevó al rebaño, pero no permanecí y regresé a la miseria  en la que había estado. Nuevamente traté de acallar la  voz de mi interior. Daba de lo que recibía, pero ni aún así conseguía la paz que tanto anhelaba.

Nuevamente estando en sus contornos, se acercó a mí una oveja de mi antiguo rebaño, quien me contó de los delicados pastos y en las aguas de reposo en las que el Buen Pastor la hacía descansar, de como la confortaba y como no temía mal alguno. Me decía que su vida tenía un propósito, su rostro rebosaba de alegría y reflejaba paz cuando me hablaba de esta cosas.ovejas_med

Entonces yo me sentí una porquería a su lado. Me alejé de aquel lugar y me quebré, bramé, bramé y bramé por mi Buen Pastor, Mi Señor, ¡Mi Dios!. Él llegó nuevamente, y me tomó, me lavó, me curó, me dio todo su amor y me dio esa paz que tanto había anhelado, me habló con ternura. Dio un nuevo propósito a mi vida

Ahora, sé que tengo que permanecer en sus pastos, que tengo que cuidar mi corazón que no se endurezca nuevamente. ¡Nuevamente escucho su voz de amor! ¡Nuevamente me conduce y corrige al caminar en sus pastos!.

Hoy que ha caído la noche y antes de cerrar los ojos le agradezco a mi único, sabio, amoroso y misericordioso Buen Pastor, que me permitió salir de ese lugar en el que me perdí. Ahora me permite compartirlo, con el propósito de que alguna otra oveja no caiga en esos malos caminos tal como lo hice yo. Que no descuide lo mas valioso que es la relación con mi Señor y su presencia en nuestras vidas.

¡Que la Gloria sea solo para Él!

3 comentarios sobre “La Oveja que se apartó de las 99

  1. La misericordia de Dios es eterna, y su Espíritu Santo no nos deja, Dios te Bendiga Adan Moo y sigamos adelante con la ayuda de Dios. Saludos y Bendiciones.

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